jueves, 23 de febrero de 2017

Reportaje para EL COMERCIO 2017

  • Os Brasileiros do Xixón celebran sus 30 años prometiendo volver a deslumbrar con su disfraz en el Jovellanos y en las calles

Tres décadas de fiesta, coreografías, música y humor dan para mucho. Que se lo digan a Os brasileiros do Xixón, que nacieron a la par que el concurso de charangas y, a día de hoy, ya forman parte de su ADN. «A nosotros lo que nos gusta es la calle, es lo nuestro. Aunque se note el paso del tiempo y muchos llevemos más de veinte años en la charanga, lo que tenemos claro es que a espíritu no nos ganará nadie», afirma la presidenta de la charanga, Geli López. Ante la pregunta de cuál es la fórmula para aguantar el ritmo, no duda ni un segundo al afirmar: «No es un misterio que, a estas alturas, ya todos nosotros somos como una familia», asume.


Con el concurso y los pasacalles ya asomando en el horizonte, desde la formación no quieren enseñar todavía sus cartas. Sin embargo, sus señas de identidad hablan por sí solas, por lo que los amantes del Antroxu gijonés ya se pueden hacer una idea de los puntos fuertes que exhibirán sobre el escenario del Jovellanos. «Cuando la gente oye hablar de Os Brasileiros lo primero que hace es pensar en el disfraz: será tan colorido como en otras ocasiones. Es nuestra tónica y nos encanta mantener la tradición», explica López. Para la coreografía, eso sí, ya tienen que echar mano de los más jóvenes, porque las fórmulas se empiezan a agotar tras tantos años bailando sobre el asfalto. «Son los que nos dan nuevas ideas. Si no ya hay que empezar a echar mano de repertorio antiguo», añade entre risas.
Ensayos bajo la lluvia
La maquinaria de Os Brasileiros lleva funcionando desde septiembre. Debido al carácter exótico de sus vestidos, la planificación y el trabajo de la modista tiene que hacerse con antelación. «Es lo que la gente no ve, el trabajo previo. Muchos días de invierno, por ejemplo, ves desde casa como llueve fuerte y te da una pereza inmensa ir a ensayar. Sin embargo, te levantas y vas por el cariño que tienes a los compañeros», relata la presidenta.
Este esfuerzo es más acusado si se tiene que recorrer media ciudad para acudir a los preparativos. En su caso, se han trasladado recientemente de un local de Cimavilla al colegio Laviada, «un lugar donde estamos encantados». Desde allí acuden vecinos de «La Calzada, los Campos, Vega o el centro», conformando una charanga multibarrial en toda regla. Así, con vistas al concurso del domingo y con la intención de celebrar este doble cumpleaños por todo lo alto, la charanga hablará de política y hará un divertido repaso por las ediciones anteriores. «Esperemos que todo salga bien y que podamos darlo todo durante muchos años más», afirma satisfecha López. Al menos, otros treinta años.