domingo, 31 de enero de 2016

¡NUEVO! Reportaje para EL COMERCIO 2016 : Os brasileiros: «El antroxu como aquí en ningún sitio»

Os brasileiros: «El antroxu como aquí en ningún sitio»
Prepara un traje «con mucha fantasía y brillo» y letras «relacionadas con viajar»






Con casi diez años en la formación, y alguna que otra experiencia por otros festejos carnavaleros, puede asegurar y asegura que «no hay un antroxu como el de Gijón. Aquí el carnaval se vive y se siente mucho más intensamente. La gente se vuelca muchísimo durante el desfile y nosotros disfrutamos mucho viendo lo bien que se lo pasan. Hay una tradición muy arraigada».

Os brasileiros están en pleno apogeo con los preparativos. El carnaval este año llega antes y, aunque parezca que hay muchos meses por delante, «siempre necesitamos más tiempo». El trabajo empieza en septiembre, pero hasta el último mes no se aprietan las tuercas con los ensayos. «Hay mucha familiaridad entre el grupo, así que los momentos previos al carnaval también forman parte de la fiesta. La celebración es solo la guinda del pastel». Se ve que le gusta hablar, aunque sobre el disfraz y las rimas se muestra algo reticente: «Somos Os brasileiros, así que el traje será algo voluminoso con mucha fantasía y brillo». Mientras que sobre las letras se pronuncia vagamente: «Irán relacionadas con viajar, aunque no faltarán los temas de actualidad tratados con mucha ironía y humor carnavalero».

Entre los 46 componentes de la charanga también están su mujer y su hijo, de 5 años. Aunque no es el único chiquitín. «Es maravilloso ver cómo algo tan pequeño toca el tambor al ritmo. Los niños viven el carnaval de una forma muy especial, y nosotros con ellos».

Álvarez se unió a la charanga con solo 18 años, aunque eso de disfrazarse de mujer y desfilar le viene de mucho antes: «Empecé muy joven con otro amigo. Cogíamos cosas del armario de nuestras madres, cada año inventábamos algo diferente y coincidía que siempre desfilábamos detrás de Os Brasileiros. Hasta que un año me preguntaron si me quería unir. Y yo encantáu». Ahora ya no va detrás. Va el primero, detrás del pendón -no que él sea un pendón-, marcando el ritmo. «Para vivir al máximo el carnaval, hay que pertenecer a una charanga. Es un orgullo formar parte de algo así».